Foto: Corazón de arenaEs el frío, trae tu mirada.
Tu sombra ha besado hoy mis labios.
Y he despertado
sin disfrutar de tu abrazo.
Por eso sigo durmiendo,
le miento a mi memoria para que siga dormida.
¡No sin tu beso apasionado!
No sin tu mirada sobre mí
mientras duermo.
Es por eso que grito
¡Y tú ya lo sabes!
4 comentarios:
¿La foto también es tuya?
Impresionante: ¡tantos son los caminos del arte en que te mueves con tremenda soltura...! (el poema también es precioso)
yo, últimamente, como pez en el agua: o sea, nada ;)
besos
Querida Susana: Ahora sí creo en los MILAGROS. Veo que finalmente (confundida tal vez por la belleza de los arbolitos y la dulzura de los villancicos) has decidido perdonar las excentricidades del chiflado :)
Sí, Susana, la Navidad hace MILAGROS en los corazones de las gentes.
Sólo puedo decir esto: ¡MUCHAS GRACIAS! Espero no hacer ninguna tontería que haga que te arrepientas.
¡FELICES FIESTAS!
¡Un abrazo!
Curiosamente, en un comentario que le dejé ayer a Graciela, una amiga argentina, escribí el pequeño poema que hace dos meses (que parecen dos años) dejé en tu blog.
Miles de millones de estrellas
redondas y doradas
giraban con rápidas olas
y surcaban con grandes alas
el juego que tú me dabas.
Me acordé del poema porque Graciela también tenía un pequeño desafío para sus lectores. Así que le conté del tuyo. Graciela escribió un nanocuento y nosotros teníamos que interpretarlo.
En cuanto al poema: ¡Inquietantes palabras! Inquietante imagen también. Me gusta tu poema porque de inmediato genera imágenes en los ojos, en la mente, en el alma. La mujer en la cama, los labios, el abrazo y el beso imaginados, la mirada del fantasma, el hombre que no está. Y a las imágenes del poema, con toda naturalidad, se suman las imágenes del mar, del corazón en la arena. Ese corazón tan frágil, tan efímero, tan delicado...
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